Conoce la mancha foliar del caqui

Tratamiento y estrategia para la prevención de resistencias

Síntomas

La mancha foliar del caqui está causada por el hongo Plurivorosphaerella nawae, (Mycosphaerella nawae). Este hongo, es uno de los principales problemas fitosanitarios del cultivo. El patógeno causa la aparición de manchas en las hojas, más o menos de formas redondeadas de color marrón que normalmente quedan rodeadas de un halo verdoso. Las hojas afectadas se tornan cloróticas y se necrosan causando la defoliación del árbol.

Los frutos de los árboles afectados maduran anticipadamente y caen al suelo como respuesta fisiológica del árbol al estrés causado por la defoliación.

Los primeros síntomas causados por el desarrollo de la enfermedad pueden aparecer a finales de agosto, con la presencia de hojas afectadas, alcanzando mayor intensidad durante el mes de septiembre.

Ciclo biológico

Durante el invierno, el patógeno se encuentra en fase latente en las hojas y otros tejidos en descomposición en el suelo.

Al llegar la primavera, con condiciones adecuadas de humedad y temperatura, se produce la maduración y liberación de las ascosporas, que pueden ser transportadas por el viento, diseminándose e infectando a los árboles a través de las hojas. Las ascosporas germinan en la superficie de las hojas sanas e inician la infección penetrando en el tejido foliar a través de las aperturas estomáticas.

Tras la infección se sucede un periodo de incubación de varios meses, hasta que aparecen los síntomas al final del verano. En nuestras zonas de cultivo, las infecciones se suelen producir en los meses de abril, mayo y junio con temperaturas que van entre 15 y 25º C.

Las primaveras lluviosas y los rocíos prolongados pueden favorecer que las infecciones sean más severas.

Control de la enfermedad: Estrategia recomendada

Medidas culturales

Durante los primeros años de desarrollo de la enfermedad es importante reducir el inóculo en las parcelas afectadas mediante la eliminación de la hojarasca del suelo, puesto que será la fuente de inóculo en la próxima siguiente campaña, para ello incorporaremos la hojarasca con un laboreo superficial justo en el momento en el que los árboles han completado la caída de la hoja o bien mediante la recogida para su incineración o compostaje.

Control químico

El control químico debe basarse en la aplicación preventiva de fungicidas en primavera, que deberán programarse para cubrir el Periodo de Riesgo de la infección.

El momento adecuado del tratamiento viene determinado por tres factores:

A modo de orientación, el período riesgo suele coincidir con los meses de abril, mayo y junio, aunque las fechas concretas cambian en función de la evolución del hongo en cada campaña.

Como primer tratamiento, se recomienda el uso de materias activas penetrantes como difenoconazol, azoxistrobin o piraclostrobin y realizar como máximo tres aplicaciones fungicidas durante el período de riesgo.

Residuos de productos fitosanitarios en caqui

Actualmente existe una gran preocupación en la Unión Europea por la posible presencia de residuos de productos fitosanitarios en productos vegetales y los controles se han intensificado notablemente.

Por todo ello, se recomienda seguir las BPA (Buenas Prácticas Agrícolas): utilizar exclusivamente los productos fitosanitarios autorizados en caqui y seguir cuidadosamente las etiquetas (dosis, período de aplicación, plazo de seguridad, etc.).

Así, se recomienda, además de no realizar aplicaciones después del periodo de riesgo de infección, efectuar análisis previos a la recolección para comprobar que se cumple la legislación vigente y evitar así la presencia de residuos indeseables.

Ensayos efectuados por la Conselleria d’Agricultura de la Generalitat Valenciana2 en diferentes campañas con las estrategias recomendadas de piraclostrobin y mancozeb, demostraron que no se detectaron residuos de estos fungicidas en el momento de la recolección en las condiciones en que se realizaron los ensayos.

Prevención de resistencias

En los últimos años, la pérdida de muchos ingredientes activos, la mayor exigencia a la hora de registrar nuevas y las limitaciones de residuos en muchos mercados, hace que en muchos casos se apliquen siempre las mismas materias activas y no se haga la rotación de productos con diferentes Modos de Acción como recomienda la FRAC (Fungicide Resistance Action Commitee) 3.

Esto provoca que los hongos adquieran resistencia, no sólo a una materia activa, sino a una familia que tenga el mismo Modo de Acción, hecho que provoca la pérdida de eficacia de ciertos tratamientos.

En la pasada campaña se detectaron fallos de control en algunas parcelas de la comarca de la Ribera Alta que indican, según estudios realizados, que estos fallos de control podrían deberse al desarrollo de resistencia del hongo P. nawae al grupo de fungicidas QoI (estrobilurinas). Por esta razón, es conveniente revisar la estrategia de control para esta campaña y emplear productos de esta familia una sola vez por campaña, mezclada con otro fungicida de diferente grupo dentro de la zona afectada y en el resto de las zonas una sola aplicación de estrobilurinas por campaña realizando el resto de los tratamientos en estricta alternancia con otra materia activa de diferente modo de acción.

Clasificación de los fungicidas autorizados según el grupo y el riesgo de aparición de resistencias

FungicidasGrupoRiesgo de resistencias
DifenoconazolIBEMedio
Bacillus subtilisMicrobianoBajo
AzoxistrobinEstrobilurinas (QoI)Alto
PiraclostrobinEstrobilurinas (QoI)Alto
MancozebDitiocarbamatosBajo
ZoxamidaBenzamidasBajo o medio

Bibliografía

 Sra. Amparo Correcher

Sra. Amparo Correcher

Delta del Ebro, Alicante Norte y Valencia

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