Enfermedades del pistacho: síntomas y tratamiento

Autoras: Ana Díaz y Pilar Pascual

"Nadie lo hubiera imaginado, yo aún estoy incrédula afirma Ana Díaz, directora de SERCOPAG. Hasta finales de mayo no había caído ni una gota, llegando a ser 2023, el año más seco de los últimos años, pero todo cambió en los últimos días de mayo y primeros de junio. Cayendo en algunas zonas entre 100 y 200 litros de agua en un corto periodo de tiempo de apenas tres semanas. ¡Amigos, el tiempo está loco!

Hasta ahora, no habíamos tenido en cuenta lo que puede ser un gran problema para el cultivo del pistacho, entre otros, y es la dispersión de los hongos. Hongos que hasta ahora en muy pocas zonas se habían dado, como la brotriosfera, septoria, alternaria... Incluso me temo que, ante la subida de temperaturas y la gran humedad acumulada en ciertas zonas, podríamos llegar incluso a ver oídio. Esto será un gran problema para la producción de pistacho de este año que, en la mayoría de las zonas, gozaban de un buen cuaje debido a vientos acontecidos durante el proceso de polinización.

Pero para que no nos pille a ciegas, en este CAMPOSCOPIO vamos a ver cuáles son esas principales enfermedades del pistacho y cómo podemos paliar los daños o reducir la carga de hongos que se van a desarrollar en nuestras parcelas. Además, contaremos con la experiencia de una productora de pistacho, Pilar Pascual ( @AGRIPILAR ), que nos va a contar qué ha podido observar hasta ahora y cómo previenen las enfermedades en Finca Telereta, ubicada en Parada de Rubiales, Salamanca.

Comenzaremos por la botriosfera o más científicamente conocida como Botryosphaeria. Esta quizá sea una de las enfermedades que más veamos este año, debido a que se han dado las condiciones para su desarrollo: lluvias primaverales con temperaturas por encima de los 12 – 15 grados. También debido al aumento de temperaturas entre 25-30 grados y la alta humedad relativa, que aumenta eldesarrollo y germinación de los picnidios liberando los conidios, que es lo que tenemos a partir de mediados de junio.

Por no dejar de mencionar que bajo situaciones de estrés para la planta aceleramos el avance de la enfermedad, como pueden ser cambios bruscos de temperatura y humedad, y ataques externos, como por ejemplo, las chinches. Entre todas las variedades de planta de pistacho, Kerman es la más susceptible a esta enfermedad.

Los síntomas y daños para identificar esta enfermedad es observar si existen lesiones oscuras en la base de los brotes, nervadura central de los peciolos de las hojas y raquis de los racimos. Los brotes que salen de yemas afectadas de botriosfera, se desarrollan lentamente, adquiriendo color negro antes de secarse. Lo que nos hará no equivocarnos frente a la identificación de esta enfermedad es la marchitez de hojas y racimos momificados en el árbol de un año para otro. Y si la infección afecta en hojas, estas comienzan a caerse a partir de julio, llegando al verano con el decaimiento y debilitamiento del árbol. A mediados del verano, los frutos se infectan con puntos de color negro que van aumentando su tamaño con el paso del tiempo.

Como siempre, la mejor defensa frente a los hongos es mediante una buena prevención. Todos estos síntomas los podremos ver mucho más claros a lo largo del verano, pero como digo, no podemos llegar a ver el árbol en este estado de decaimiento puesto que significa que llegaremos tarde. Por ello, los tratamientos con productos autorizados en el pistacho deberían generalizarse, ante estas condiciones óptimas para el desarrollo de la enfermedad, desde finales de mayo hasta julio aproximadamente.

Realizando tratamientos con productos a base de cobre siempre después de las lluvias y alternarlos cada 21 días con productos como SIGNUM a base de Boscalida y Piraclostrobin. Siendo durante los meses de junio y julio los momentos más eficaces.

En palabras de Pilar Pascual, “en Finca Telereta lidiamos año tras año con brotes de esta enfermedad, ya que es de fácil propagación al transmitirse por el aire las esporas, las cuales se posan en las hojas de los árboles y se adentran por los poros de estas. Debido a esto, procedemos de la siguiente manera cuando detectamos un árbol con botriosfera: cortamos las ramas afectadas, metiéndolas en un saco nada más cortarlas para que no haya liberación de dichas esporas y posteriormente tratamos con fungicida”.

Como consejo extra podemos mejorar el árbol y controlar que la enfermedad avance si los árboles están bien nutridos y estimulados. Un aumento extra con potasio y calcio podría ayudar.

En cuanto a la enfermedad de la septoriosis , es otra enfermedad conocida del pistacho, producida por hongos ascomicetos de Septoria. Este hongo pasa el invierno en las hojas caídas de la temporada anterior, por ello mucho cuidado este año en la caída de hojas donde sería necesario tratamiento con formulados a base de cobre en el 50% de hojas caídas y en el total de hojas caídas para aquellas parcelas más infectadas.

La mayor parte de las ascosporas se liberan a finales de abril durante y después de la lluvia con temperaturas por encima de 10 grados y se propagan con infecciones secundarias a través de la lluvia y salpicaduras de agua que pueden continuar hasta finales de otoño. Las lluvias de finales de primavera y verano determinan el inicio de la enfermedad y la continuidad por toda la parcela.

Detectamos septoria si tenemos manchas necróticas irregulares de color marrón en las hojas y en frutos. Estas manchas pueden ser numerosas en la hoja y pueden aumentar de tamaño con el paso del tiempo. Los árboles muy afectados y no tratados pueden terminar con una defoliación prematura y debilitamiento con la pérdida de reservas para el siguiente año.

De nuevo, la prevención adelantándose a esa caída prematura de la hoja, será nuestra salvación. Pero, además, entra en juego la aplicación de medidas culturales como la eliminación de hojas y ramas infectadas, así como los frutos momificados y hojas caídas. Hacer desaparecer los restos vegetales con el hongo a través de la quema y utilizar una fertilización equilibrada. Ojo con el exceso de nitrógeno puesto que la enfermedad avanza más y la falta de potasio también agrava la enfermedad.

Para finalizar hablaremos de la Alternaria, este hongo se propaga por el aire durante mediados de verano hasta el otoño . Con temperaturas desde 15 a 35 grados, siendo la óptima entre 27 y 30 grados.

Los primeros síntomas pueden aparecer desde finales de julio y principio de agosto y los observamos en hojas, ya que aparecen manchas redondeadas de color marrón o negro, siendo un poco más oscuras en el centro y aclarándose hacia el exterior. Conforme va avanzando la enfermedad, estas manchas se hacen cada vez más grandes hasta acabar uniéndose entre ellas. En los frutos, aún inmaduros, aparecen puntos o pequeñas manchas negras que podemos confundir con botriosfera además de las manchas de las hojas.

Para diferenciar una enfermedad de la otra, podemos coger hojas afectadas de manchas y frotarlas con los dedos, si estamos ante alternaria, se nos quedarán los dedos manchados, debido a la esporulación superficial de este hongo.

Para esta enfermedad sigue siendo recomendable todo lo mencionado anteriormente. Los tratamientos se deben realizar durante todo el ciclo, desde plena floración hasta el verano, controlando la aireación desde la poda, el riego y la nutrición equilibrada. El riesgo de aparición de la enfermedad en suelos con mal drenaje o suelos arcillosos es mayor. Además, los frutos que han sufrido golpes de calor y presentan daños por quemaduras solares son más susceptibles de ser atacados por alternaria.

Ojo a la presencia de cubierta vegetal en las calles, es necesario controlar mucho su densidad pues si crece en exceso, la enfermedad puede avanzar más por la humedad. Alternar tratamientos fungicidas a base de cobre con cola de caballo, silicatos potásicos, etc., harán que podamos luchar contra esta enfermedad. De nuevo, Pilar Pascual, nos indica que en su finca, entre otras muchas enfermedades, también destacamos la botrytis (enfermedad parecida a la botriosphaeria), la alternaria o el mildiu. Estas enfermedades tienen tratamiento fúngico tanto preventivo como curativo. En Finca Telereta preferimos estar más alerta y, en vez de aplicar tratamientos preventivos, aplicar aquellos que sean curativos en cuanto vemos síntomas de algunas de estas enfermedades.

Por último, es importante destacar aquellas enfermedades que tienen difícil o ninguna solución. En pistacheros destacamos la phytophthora (Phytophthora spp.) conocida comúnmente como pudrición de tronco y raíces y la verticilosis (Verticillium dahliae). Los árboles que padecen estas enfermedades se secan y mueren, no suelen recuperarse, no importa cuántos tratamientos fúngicos se haga, o al menos esa ha sido nuestra experiencia en la finca con algún ejemplar que ha sido afectado por estas enfermedades.

Pueden darse ya sea porque inicialmente se encuentran en el terreno en el que se plantan los árboles o porque las plantas vienen infectadas de los viveros. Por ello, es importante hacer una buena preparación del terreno cuando vayamos a instalar la plantación, y también asegurarse de que las plantas que compramos son certificadas y están limpias de cualquier enfermedad. Para evitar sufrir estas enfermedades también es importante hacer una buena elección del portainjerto que usaremos en nuestra plantación, ya que son enfermedades que penetran a través de las raíces, y elegir portainjertos como por ejemplo el UCB1 (patrón que mayor resistencia contra el verticillium presenta, por ejemplo) nos ayudará a evitar tener que reponer árboles que han enfermado en un futuro.

En resumen y desde nuestro punto de vista como agricultores, es importante estar muy pendiente de las enfermedades que puedan afectar a nuestros árboles y a nuestra producción. ¡Una detección temprana nos puede ayudar a evitar tener percances mayores, y también a optimizar el rendimiento y performance de nuestros árboles al darles lo que necesitan cuando lo necesitan! Para finalizar, Ana Díaz nos da un último consejo: “ahora que ya conoces mejor las enfermedades del pistacho, ponte a observar los tuyos y contacta con tu técnico de confianza. Así podréis hacer un seguimiento, nutrición y tratamientos adecuados para prevenir que la enfermedad avance. Recuerda, siempre es mejor prevenir que curar. Sobre todo en pistacho que apenas tenemos productos fungicidas autorizados”.

¡Nos vemos en el campo!

Productora de pistacho y estudiante de Ingeniería Agrícola.

Emprendedora del mundo rural. Graduada en Administración y Dirección de Empresas. Gerente de Sercopag, asesoría agrícola especializada en cultivo de leñosos.

Fungicida específico para el control de botritis y esclerotina en múltiples cultivos.

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