La clave para una buena aplicación de productos fitosanitarios

A través de una aplicación correcta y responsable de fitosanitarios, el agricultor puede asegurarse de que estos productos actúen de forma óptima en campo y de trabajar de forma segura para el ser humano y el medio ambiente.

Manuel me llamó por la tarde. Quería que fuese a ver su parcela. Algo iba mal: su trigo parecía dañado y las malas hierbas se lo estaban comiendo. “Lo he hecho todo bien, como siempre”, fue su único comentario.

A la mañana siguiente estaba con él a pie de campo, y el panorama era desolador. Repasamos juntos todos los cálculos, los productos utilizados la última vez y la maquinaria. Unas dosis por encima de las recomendadas, unos solapes excesivos y un tanque mal lavado habían conseguido que el trigo de Manuel fuera irrecuperable.

La historia de Manuel ocurre cada día. Los que nos dedicamos al campo la vemos en cultivos muy diferentes y con agricultores de todo tipo. Una decisión cada día más compleja, la elección de un producto fitosanitario, puede convertirse en un acierto o en un fracaso total si luego no se aplica de manera correcta. Y es por eso que la inmensa mayoría de los malos resultados que se ven en campo se deben más a una pulverización incorrecta.

Las consecuencias son de lo más variopinto. La más habitual es la pérdida económica, bien porque se deba volver a aplicar el producto, bien porque se necesiten corregir los efectos perniciosos del producto mal aplicado, bien porque se pierda la cosecha en su totalidad.

Esta, con ser habitual, no es ni mucho menos la más grave, ya que podemos poner en grave riesgo la salud humana y generar problemas medioambientales serios.

A pesar de la ITEAF, los cursos obligatorios de operador con productos fitosanitarios, las sesiones formativas, los tractores inteligentes y toda nuestra mejor voluntad a la hora de aplicar un producto, ninguno estamos a expensas de que ocurra un problema. Por ello es muy importante ser muy responsables a la hora de utilizar los productos fitosanitarios, siguiendo siempre las instrucciones de la etiqueta. Con ello minimizamos los riesgos sobre la salud y el medio ambiente, a la vez que le damos a nuestro cultivo lo que necesita para una fantástica cosecha.

Hay varios aspectos en los que debemos poner atención:

  • Antes del tratamiento: La planificación
  • Durante el tratamiento: La aplicación
  • Después de la aplicación: Limpieza y gestión de residuos

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