Cribado [Wilsonomyces carpophilus]

Descripción

Es un hongo ascomiceto que afecta a las hojas, frutos, brotes, yemas y flores de especies cultivadas, silvestres y ornamentales de Prunus.

Síntomas y daños

En hojas: aparecen lesiones rojizas pequeñas (1 mm), que se expanden (3-10 mm) con un centro marrón y un halo rojo púrpura; el área enferma se desprende quedando un agujero (cribado o perdigonada); la hoja se cae prematuramente; en cerezo, ciruelo, albaricoquero, y almendro.

En fruto: las lesiones tienen la misma forma y tamaño que en la hoja; se recubren de exudados y tienen un aspecto rugoso y de corcho; en almendro y albaricoquero.

En brotes: aparecen manchas amoratadas o pardas que dan lugar a chancros necróticos alargados cubiertos de un exudado gomoso con frecuencia; el brote se seca; en melocotonero, nectarina y albaricoquero.

En yemas: se vuelven pardo-oscuras a negras y tiene una capa brillante de goma; la yema se seca; en melocotonero y nectarina.

En flores: se marchitan; en almendro.

Ciclo biológico

Inverna como micelio o conidios en la corteza de los árboles, en hojas caídas al suelo o en brotes secos que permanecen en el árbol. Los conidios son viables varios meses y son dispersados por la lluvia. Germinan a partir de 2ºC (óptimo 18-21ºC) y 24 horas con la superficie completamente húmeda, por lo que pueden haber infecciones invernales de las yemas foliares y primaverales de la yemas florales (infección primaria). Durante los meses cálidos y secos de verano el hongo no es activo y no reemprende su actividad hasta otoño. En primavera, el micelio produce abundantes conidios que permanecen activos durante meses (infección secundaria). Las gotas de agua son su principal vía de dispersión. El hongo penetra por los estomas, cicatrices y directamente.

Medidas de prevención y/o culturales

Podar los brotes afectados y destruirlos. Disminución del laboreo para evitar la propagación de los conidios.

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