Earias [Earias sp.]

Descripción

Clase: Insecta

Orden: Lepidóptero

Familia: Nólido

Los adultos son unas mariposas con una envergadura alar de unos 20 mm y una longitud en reposo en torno a 1 cm, de color verde claro pero que en otoño vira al pardo. Los huevos son de color azul grisáceo y forma semiesférica, de unos 0,5 mm, con una corona en la parte superior. Las larvas tienen una coloración muy poco uniforme, con mezcla de colores pardos, verdosos y rojizos, en general oscuros. Presentan por todo el cuerpo unas protuberancias en forma de espinas, más evidentes cuanto mayor va siendo la oruga y en especial las torácicas. Su máximo tamaño llega a 15-18 mm.

Síntomas y daños

En primavera las orugas suelen taladrar el extremo del tallo, introduciéndose en su interior y forzando la brotación de yemas laterales. Este daño no suele revestir gravedad dado lo limitado de las poblaciones. Con el inicio de la fructificación las larvas atacan los botones florales, provocando su secado y caída, pero sobre todo atacan las cápsulas pequeñas, en donde penetran haciendo un orificio de forma ovalada y bordes en bisel y se alimentan de la fibra y las semillas de su interior. La cápsula se seca o pudre.

Ciclo biológico

Los huevos son depositados aislados, en los tejidos tiernos de la planta, preferentemente en pedúnculos y brácteas. La crisálida se desarrolla dentro de un capullo de seda blanquecina, generalmente en la planta, entre las brácteas, pero también en la hojarasca del suelo. La población no suele alcanzar valores importantes hasta la época de maduración del cultivo, a partir de agosto. El número de generaciones es elevado y suelen estar solapadas.

Medidas de prevención y/o culturales

Siembra temprana. Enterrar los restos del cultivo a 30 cm. Eliminación de malváceas espontáneas de la plantación. Mantener un adecuado desarrollo vegetativo del cultivo manejando adecuadamente tanto el riego como el abonado. La incidencia de esta plaga se asocia a menudo a situaciones de desequilibrio hídrico. Control y seguimiento de poblaciones con trampas de feromona sexual. Respetar y fomentar las poblaciones naturales de heterópteros depredadores de la familia de los antocóridos como Orius spp., nábidos como Nabis spp., y otros auxiliares como los crisópidos (Chrysoperla carnea, etc.)

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