BASF y la seguridad de los alimentos

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sostiene que existe seguridad alimentaria cuando las personas tienen en todo momento acceso a alimentos inocuos y nutritivos de forma suficiente como para satisfacer sus necesidades dietéticas diarias y sus preferencias alimentarías a fin de llevar una vida activa y sana.

Las tendencias globales, como el aumento y el envejecimiento de la población, la urbanización, mayor demanda de energía, los cambios climáticos, la globalización y el desarrollo de los mercados, incluyendo el cambio de hábitos alimentarios, conducen a una creciente demanda de alimentos.

Las Naciones Unidas prevé que la demanda mundial de alimentos aumentará más del doble de aquí al 2050. Por consiguiente, ha alertado sobre la necesidad que la producción de alimentos se incremente un 70% durante ese mismo período, pero, sin incrementar las extensiones de tierras agrícolas utilizadas, que a su vez compiten con la producción de energía renovable.

Estos hechos son relevantes para Europa (incluido España), que es, junto con China, el mayor importador neto de productos agrícolas.

La historia demuestra que la innovación en la tecnología y la ciencia aplicada a la agricultura desempeñan una importante función para cerrar la brecha entre la demanda y la oferta de alimentos. De acuerdo con CropLife, cada año se sigue perdiendo entre un 20% y un 40% de la producción potencial de alimentos como consecuencia de plagas, malas hierbas y enfermedades. Si no se utilizaran productos para la protección de los cultivos, esas pérdidas podrían hasta duplicarse. Por lo tanto, la agricultura moderna, incluyendo el uso apropiado de productos para la protección de cultivos, así como las técnicas innovadoras de mejoramiento de semillas y la biotecnología, son fundamentales para cubrir la creciente demanda por piensos y alimentos.

Para garantizar la seguridad alimentaria, BASF considera la agricultura sostenible fundamental ya que:

  • Contribuye a obtener mayor rendimiento de las tierras agrícolas existentes empleando la menor cantidad de agua y energía
  • Garantiza la rentabilidad de la explotación agrícola
  • Protege el medio ambiente, atendiendo las necesidades de la sociedad y las generaciones futuras

Suponiendo condiciones de mercado apropiadas, un incremento de la producción agrícola sostenible se traduce en mayor renta agraria, lo que permite a los agricultores diversificar su producción, invertir en semillas y productos para la protección de cultivos de mayor calidad, así como aumentar la producción de cultivos de alto valor agregado. Todas estas mejoras no solo benefician al agricultor, sino también a toda la cadena de valor de producción de alimentos y finalmente al consumidor.

Los gobiernos de todo el mundo también desempeñan una función muy importante en este terreno. Es necesario impulsar la innovación en investigación agrícola así como promulgar leyes que fomenten una adopción más generalizada de métodos agrícolas sostenibles.

BASF aporta soluciones sostenibles e innovadoras para la agricultura que permiten a los agricultores superar los retos planteados por una producción agrícola sostenible.

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